La idea llevaba rondando cierto tiempo en nuestras cabezas, pero aún no había surgido la oportunidad, decenas de viajes buscando las mejores localizaciones y por fin todo coincidía, una buena nevada de hacia unos días, un sol espléndido y una localización inmejorable; era el momento de intentar una experiencia pionera en estado puro, sin colorantes ni conservantes.
Tras la aventura extrema del pasado temporal en el entorno de los Picos de Europa, tocaba el turno a buscar nuevos caminos, dar un paso mas allá y bautizarnos en el en Ski Paddle Surf, con una sesión de Snow Downhill Paddling Onto The Lake como así dirían los yankees (esta va por tí Diego), o hablando en cristiano un descenso sobre nieve de surf a remo para finalizar sobre las gélidas aguas del pantano.
Fotos: © freefins.com & © escuelaasturianadesurf.com
- Poco después de amanecer, comenzaba la subida al puerto
- A cotas bajas habia menos nieve que en el pasado temporal
- El día se presentaba despejado y se presagiaba un día excitante
- Una vez superado el puerto, en cotas altas, el manto de nieve era mayor de lo esperado, se ve que habia seguido nevando despues del temporal
- La temperatura era de 4 bajo cero, a pesar del intenso sol
- Un canis lupus nos acompaño un tramo de la carretera
- Las capas superiores del manto blanco cristalizaban y reflejaban los rayos del sol
- Una estampa típica de latitudes polares
- Los pronósticos se cumplían, el pantano estab resplandeciente
- Los nervios no nos paralizaban, todo lo contrario, las vistas según nos acercabamos al punto de partida eran majestuosas
- Sin pensarnoslo dos veces ya estabamos cambiados posando para la posteridad
- Diego, aprovecho la pendiente para la primera toma de contacto deslizándose por la nieve
- El apoyo técnico de Juanjo y su kayak fué fundamental en esta experiencia
- Mientras ellos disfrutaban con la bajada hasta el agua, Hugo ya estaba en la isla disfrutando como un enano
- Una imagen mas lejana para que os déis cuenta del majestuoso paisaje
- La otra parte de la isla nos deparó un paisaje aún mas bello
- Diego no dudo en deleitarse de la estampa desde tierra
- Mientras Hugo exploraba hasta el último rincón
- Diego se unía a la exploración
- El paisaje alpino y el aire puro nos abrian los pulmones
- A pesar de la temperatura, nuestra equipación era la normal de un día de invierno, traje de neopreno, escarpines y guantes
- Las montañas nevadas se reflejaban en el agua cristalina
- La sesión fotográfica iba «in crescendo», todo era mas que aprovechable
- Ni una gota de aire y mucho calor con este sol, momentos indescriptibles sobre el reflejo del manto nevado en la superficie del pantano
- Misma imágen, otra cámara
- Un poco de intensidad a esta altura no viene nada mal para oxigenarse
- Nos dirigimos a una ladera en la que estaban pastando unos cabalos y ¡sorpresa!, una visión indescriptible
- Los equinos pastando y los intrépidos aventureros disfrutando del agua
- Juanjo y su bólido se desliza cerca de los caballos
- Mietras tanto Diego ya estaba preparado para el primer descenso del día
- Ataviado con su sombrero de cowboy se deslizaba a gran velocidad hacia la orilla
- Primer descenso y un momento de respiro para asimilar esta aventura
- Hugo no perdía el tiempo y ya estaba camino de otro descenso
- Preparándo, listo ……
- …. y alla vamos
- Ahora era el turno de Juanjo, el cual se dejo convencer facilmente
- Buen estilo para alguien que no esta acostumbrado
- Buscando nuevas trazadas
- Y aguantando el equilibrio con el remo al viento
- El kayak en dique seco mientras tanto
- Vamos a probar con la cámara en el casco
- Nieve a raudales para esta primera experiencia
- Los caballos a lo suyo ajenos a nuestra locura
- Otra bajada, buscando siempre una trazada virgen
- Las montañas nevadas eran el mejor marco para esta aventura
- Ahora tocaba reponer fuerzas con mas de 2kg de carne
- Comentando la jornada
- Y para rematar disfrutando del atardecer, mientras Hugo exprimia en el pantando los últimos minutos de luz
- De regreso a la orilla ya practicamente sin luz
- Y caminando por la nieve
- Los intrépidos fotografiados por Juanjo
- Luces del atardecer
Ojalá algún día pueda disfrutar de una experiencia como esta!!solo por las vistas ya merece la pena el madrugón!!
Que suerte de tiempo tuvisteís,la aventura tuvo que ser muy gratificante. Las vistas son perfectas y preciosas, y con las fotografias hechas habeis realizado un trabajo total.