Esta es la historia de una gélida aventura. El temporal mas largo e intenso de lo que llevamos de invierno esta alcanzando su punto álgido y decidimos probar suerte en nuestra primera incursión a un spot que teniamos muchas ganas de catar. La tarde noche anterior preparamos todo el material para practicar nuestro actividad favorita, surf a remo (SUP); sin olvidarnos de la vestimenta invernal que esta epopeya requería.
Siete horas de conduccion por nieve, entre la ida y la vuelta, lo que en condiciones normales se haría en poco mas de tres, ha sido una excitante experiencia que nos ha motivado en nuestras ansias de seguir explorando y conociendo nuestra tierra.
- Aparece la nieve, la quitanieves nos va abriendo paso y unos caballos nos acompañan durante unos cuantos kilometros, preciosa estampa de naturaleza blanca con nobles animales
- Bosques helado. Según ascendiamos el puerto, ibamos cogiendo consciencia de la impresionante nevada que estaba dejando este temporal
- Una vez superado el puerto a duras penas, nos encontramos con un rebaño de vacas asombradas de ver humanos con este tiempo.
- Una imagen vale mas que mil palabras. Nieve a raudales.
- Llego el momento de la verdad y que mejor que una iglesia para cambiarnos a refugio de la que estaba cayendo.
- Irradiando felicidad ante semejante aventura helada
- EL blanco era tan puro que apetecia tirarse de cabeza
- Pero eso no nos impedia avanzar poco a poco y sacar unas instantaneas del paisaje
- Mas vacas . Quien tuviera su pelaje
- Ya quiseramos estar preparados para este frío con nuestro propio pelaje
- Blanco absoluto por cualquier lado que miraras
- Prosigue la caminata. La nieve que caia de las ramas era tal que nos asustaba cuando nos cogia desprevenidos
- Evitando el agua a las primeras de cambio para intentar llegar medianamente secos al objetivo final
- Llego el momento de la verdad y ahora toca calentar todo el cuerpo hinflando las tablas
- Contraste entre tanta pureza
- Ahora es el turno de Diego, ¡ánimo!
- Primera toma de contacto con el agua helada y una estampa para el recuerdo
- No hay que parar de remar, el frío es muy intenso
- Pero es imposible no hacerlo ante tal belleza
- De cerca o de lejos estamos en simbiosis con la naturaleza
- Un árbol asoma sobre el agua y hace falta romper la capa de hielo para llegar hasta él
- Un tronco nevado, observador impasible
- Naturaleza viva hasta a estas gélidas temperaturas
- Es el turno de Hugo más feliz que una perdiz
- El temporal asolaba con fuerza y habia que agarrarse a las ramas de cualquier tronco para poder plasmar las imágenes
- Últimos instantes en el agua y con muchas ganas de entrar en calor
- En un par de horas la capa de nieve había aumentado considerablemente, y es que hacia tiempo no caia una así de gorada
- Prueba superada, hemos llegado a la civilización
- Hemos tenido suerte, el regreso lo hemos tenido que hacer por otro camino, el temporal ha dejado 10 puertos cerrados a lo largo de la jornada
Sin palabras!!! Unas fotos preciosas, llenas de vida y alegría, gracias por compartir vuestra experiencia.
Cuando repetimos? Ha estado genial!