Cuando coinciden dos fenómenos en el tiempo tan sorprendentes como una marejada gigante y un hidrofoil surfeandola, podemos considerarnos muy afortunados; si esto además sucede en tierras asturianas y con un surfista asturiano, un orgullo añadido.
Pablo Fernández nos deleita en La Verdad.
Deja tu comentario
Debe iniciar sesión para escribir un comentario.